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El tremendo fracaso de los equipos argentinos en el Mundial de Clubes
Ni Boca Juniors ni River Plate pudieron clasificarse a la fase final del torneo de la FIFA y ahora tendrán que volver prematuramente a casa, con la vergüenza colgada en la frente.
El tremendo fracaso de los equipos argentinos en el Mundial de Clubes
El Mundial de Clubes 2025 firmó un duro golpe para el fútbol argentino. River Plate y Boca Juniors, los dos gigantes históricos del país, se despidieron del torneo de manera decepcionante. Los de Marcelo Gallardo cayeron ante el Inter de Milán cuando todo parecía encaminado para avanzar, mientras que los de Miguel Ángel Russo firmaron uno de los papelones más grandes del certamen al no poder vencer ni al semiprofesional Auckland City.

El viacrucis de Boca
El torneo de Boca fue una pesadilla desde el segundo tiempo ante Benfica. En los primeros 45 minutos de ese debut, el equipo argentino ilusionó a todos con buen juego y una ventaja parcial, pero el empate de las Águilas al final del partido fue un punto de quiebre. A partir de ahí, el Xeneize perdió el rumbo y no volvió a encontrar el nivel mostrado en ese arranque prometedor.
Luego vino el duelo con el Bayern Munich, donde pelearon con orgullo pero terminaron cayendo. Y como si eso no fuera suficiente, el empate final ante el Auckland City, un equipo formado por profesores, albañiles y limpiadores de piscina, esto fue la gota que rebasó el vaso. Boca cerró su participación sin ganar un solo partido y se va del torneo con la cola entre las patas.
River: de ilusionarse… al papelón
En cambio, el arranque de River fue más alentador. Con un triunfo sólido 3-1 sobre el Urawa Red Diamonds, el Millonario parecía tener todo bajo control para meterse en octavos. El equipo mostraba solidez, dinámica y jerarquía en los momentos clave. La ilusión crecía.
Sin embargo, tras el empate con Monterrey, bastaba otro empate frente al Inter para avanzar, pero las expulsiones de Lucas Martínez Quarta y, ya en tiempo agregado, la de Gonzalo Montiel, terminaron por sepultar cualquier chance. River quedó eliminado en la fase de grupos y cerró una participación amarga, dejando a todo el fútbol argentino sin representantes en octavos.
Lo único rescatable: la afición
A pesar del desastre deportivo, hubo algo que sí dejó el nombre de Argentina en alto: la hinchada. Tanto los seguidores de Boca como los de River dieron la nota con banderazos, canciones y pasión desbordada en cada estadio donde jugaron. Los videos de sus cánticos se viralizaron y fueron celebrados por fanáticos de todo el mundo.
Lamentablemente para su causa, este torneo no premia a las mejores aficiones, porque si así fuera, River y Boca estarían peleando por el título del Mundial de Clubes. Pero en el fútbol, los goles valen más que el aliento... y en esta edición, los goles no alcanzaron para los equipos argentinos que volverán a casa con la vergüenza en el rostro.