El partido entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid en la vuelta de los octavos de final de la Champions League dejó una jugada que ha generado gran controversia. En el minuto 20, Giuliano Simeone tocó el balón con la mano dentro del área, pero ni el árbitro Szymon Marciniak ni el VAR consideraron la acción como penal. Esta decisión desató un aluvión de reacciones en redes sociales, donde las palabras "Robo" y "Penal" se volvieron tendencia.

Muchos aficionados y analistas afirman que la jugada era merecedora de una pena máxima a favor del Real Madrid. Sin embargo, el colegiado polaco interpretó que no hubo intencionalidad en la acción del hijo del "Cholo" Simeone, por lo que el partido continuó sin sanción.

Más allá de la polémica, el encuentro comenzó con un golpe contundente del Atlético de Madrid, que se adelantó en el marcador apenas a los 28 segundos gracias a un gol de Conor Gallagher. El centrocampista aprovechó un centro de Rodrigo de Paul para batir a Thibaut Courtois y poner el 1-0, igualando la eliminatoria tras el 2-1 de la ida.

El Real Madrid, a pesar de dominar la posesión, no logró generar peligro en el primer tiempo. Su única aproximación clara fue un disparo débil de Rodrygo, mientras que el Atlético se mantuvo firme y generó más peligro, con dos intentos de Julián Álvarez que obligaron a Courtois a intervenir.

La mano de Giuliano Simeone sigue siendo uno de los momentos más comentados del partido. Aunque la decisión arbitral ya está tomada, la polémica continúa y muchos madridistas sienten que su equipo fue perjudicado en una jugada clave. ¿Debió cobrarse penal? La discusión está abierta.