La pasión por el fútbol y el folclore de la lucha libre se fusionaron en Pasadena, donde los aficionados del Monterrey desataron una auténtica fiesta en el Rose Bowl Stadium. En exclusiva para beIN SPORTS USA, con Ana Quiles al micrófono, los hinchas rayados no ocultaron su emoción tras el empate ante el poderoso Inter de Milán. "Empatamos contra un equipo de élite mundial, ganamos en mi corazón y en mi alma", aseguró uno de ellos. Otros, más optimistas, se ilusionan con llegar a la final del Mundial de Clubes: "Todo es posible en el fútbol, y Monterrey lo demostró".

Con camisetas, banderas y máscaras de lucha libre, la afición regiomontana hizo sentir su presencia con una energía que trascendió el resultado. Desde la previa hasta el silbatazo final, animaron como si estuvieran en el Gigante de Acero, en lo que fue un verdadero espectáculo tricolor que encendió Pasadena.

En el campo, los Rayados no decepcionaron. Con un cabezazo del español Sergio Ramos, Monterrey se adelantó al minuto 25 ante un Inter que buscaba reivindicarse tras su caída en la final de la Champions League. Sin embargo, Lautaro Martínez igualó el marcador con un gol a balón parado en el 42', dejando todo en tablas. La segunda parte tuvo a los italianos como protagonistas, pero el equipo mexicano resistió con orden y orgullo.

Este empate deja a River Plate como líder del grupo E, tras vencer 3-1 a Urawa Red Diamonds. La próxima jornada será clave: Monterrey se enfrentará al conjunto argentino, mientras que los Nerazzurri buscarán recuperarse ante los japoneses. La historia del Mundial de Clubes sigue escribiéndose, y Monterrey ya dejó claro que está para competirle a cualquiera.